El 30 de enero de 2020, la OMS (Organización Mundial de la Salud) declaró la pandemia de COVID-19 como emergencia internacional. Desde entonces, el mundo y la forma en que llevamos a cabo nuestro día a día ha cambiado. Mantener la higiene de nuestros espacios laborales y personales se ha vuelto prioritario.
Aunque hoy en día podemos volver a vernos las caras al caminar por las calles, nos enfrentamos a una nueva realidad. El mantenimiento de un espacio saludable y limpio se ha vuelto uno de los aspectos más importantes para las empresas.
Dicho esto, aquí te presentamos 12 buenas prácticas de higiene que puedes implementar en las oficinas de tu empresa para garantizar la salud y el bienestar de tus empleados.
Riesgos de no tener un espacio de trabajo limpio
Las consecuencias por no mantener un espacio limpio en la oficina pueden recaer no solo en tus empleados, sino también en tus clientes. El desorden y la falta de higiene dan la impresión de un lugar poco profesional, lo que a la larga perjudica la capacidad para establecer relaciones comerciales sólidas.
Son varios los motivos por los cuales no debemos dar por sentado que las buenas prácticas de higiene son solo una cuestión de apariencia. Es decir, el solo esconder la suciedad debajo de la alfombra y dejar sin limpiar debajo del teclado no son opciones viables.
La acumulación de polvo es uno de los principales factores, ya que las partículas en el aire, sobre todo con una mala ventilación, se convierten en vehículo de microorganismos causantes de enfermedades (y contagios, claro está) y empiezan a provocar alergias y malestares como fatiga, estrés y un bajo rendimiento.
Además, el polvo acelera el deterioro de los muebles y, en el caso de equipo de cómputo y maquinaria, se va depositando sobre sus componentes internos, poco a poco, hasta comprometer su funcionamiento eléctrico y mecánico. Todo lo anterior implica que, si algún día hay que reparar o reemplazar algunos de ellos, la empresa tendrá que incurrir en gastos no previstos.
Promover prácticas de higiene a través de la comunicación y la mercadotecnia
La empresa puede utilizar diferentes estrategias de mercadotecnia para llegar no solo a sus clientes sino que también a sus empleados, ya que puede verse como una política de higiene sin sentirse tan forzada.
Una de estas estrategias de mercadotecnia puede ser una campaña publicitaria interna, para convocar a los empleados a asistir a las capacitaciones y a darles seguimiento en la práctica. La campaña misma dará un sentido de pertenencia y reforzará la intención.
El uso de infografías pegadas por las zonas comunes, comedores, baños, estación de café, corredores, almacenes, entrada y salida de la empresa.
Una estrategia que muchas empresas suelen utilizar es realizar concursos de dibujo entre los hijos de los empleados, con temáticas referidas a las que se quieren fomentar, otorgando premios y recompensas entre los ganadores.
Checklist de las mejores prácticas de higiene en la empresa
- Limpieza regular de escritorios, maquinaria, baños, superficies, etc. Si es con agentes desinfectantes, mejor, para mantener bajas las concentraciones de microorganismos. Para las superficies sensibles, diluir lo suficiente los oxidantes como el hipoclorito. Solo usarlo en baños de preferencia.
- Gestión correcta de los residuos de la empresa, es decir, comprobar que haya suficiente señalización y recipientes que cumplan con las normas oficiales de sanidad y los clasifiquen para su recolección y manejo.
- Almacenamiento adecuado: Atender las normas oficiales para el control de almacenamiento de los suministros, archivos y documentación en buenas condiciones, evitando la acumulación de polvo y humedad y que el personal circule ahí con seguridad.
- Iluminación adecuada para evitar la fatiga visual y los accidentes relacionados.
- Capacitación al personal: Capacita a tu personal y establece protocolos de limpieza, políticas sobre la importancia de la higiene y cómo mantener un ambiente limpio y seguro. Es esencial proporcionar instrucciones claras sobre los procedimientos de limpieza y asegurarte de que el personal siga las instrucciones.
- Utilizar auriculares y no altavoces para disminuir la contaminación auditiva.
- Aseo regular de auriculares. Aunque el oído tiene su propia defensa ante los microorganismos por medio de la cera natural, la acumulación de esta deteriora más rápido el óptimo funcionamiento de los auriculares.
- Limpieza de monitor, teclado y pantalla. Se recomienda que sea con alcohol isopropílico, que es un líquido muy volátil. Al evaporarse tan rápido, no supone el riesgo de humedecer los componentes. Igualmente, se puede usar el etílico.
- Mantener las manos limpias. Las manos están expuestas a la mayor cantidad de contacto con suciedad y microorganismos, mismos que pueden quedar en el teclado y todo lo que se toque.
- Limpiar y ordenar el espacio de trabajo regularmente.
- Fomentar la ventilación adecuada: Instalación de filtros de aire en puntos estratégicos. Esto propiciará mayor bienestar y productividad dada la constante oxigenación del personal.
- Control de plagas: Por lo general se recomienda fumigar una oficina una vez al año, pero se debe tomar en cuenta factores como el clima y el movimiento de personas. Hay que adecuar el edificio y recurrir a medidas para evitar posibles ingresos de plagas del exterior.
En conclusión, promover un ambiente de trabajo limpio y seguro es indispensable para la salud y el bienestar de los empleados y clientes.
Al adoptar las prácticas de higiene que puntualizamos en la lista, prevén la propagación de gérmenes y bacterias, cuando así la salud de empleados y clientes.
Gracias a la transformación digital, la mercadotecnia puede ser una herramienta muy útil a la hora de promover la adopción de prácticas de higiene si se hace un uso correcto de las estrategias de marketing.
Esta postura no solo protege la integridad de tus empleados y clientes, sino que también demuestra la calidad de tu empresa, tu visión a futuro y el profesionalismo con el que implementa medidas para mejorar.